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El Concejo, Justicia y Regidores de Villanueva solicitaron y obtuvieron con fecha 25 de Agosto de 1575, licencia del rey Felipe II para construir el Ayuntamiento y los edificios necesarios al Concejo de la Villa. La obra fue concluida en 1583, según reza su escudo. Obtuvieron así mismo licencia para tomar del censo a cantidad de 250.000 maravedíes, para edificar la Casa, incluyendo “pósito para el trigo, cárcel y Audiencia, por no haber en dicha Villa, lo qual debía haber”.

Es el edificio más representativo de la ciudad y una de las casas consistoriales con mejor traza de la región. En la zona baja se abren tres amplios arcos de medio punto sobre columnas jónicas, configurando un atrio porticado. En el piso superior se dispone de una balconada corrida con cinco ventanas adinteladas de sobrio enmarque granítico. En el coronamiento en forma de frontón se aloja el escudo de la Villa y una inscripción señalando el año de 1583 "siendo gobernador el señor licenciado Duarte de Laguna". el lado meridional. Durante la segunda mitad del siglo XVI se construyeron dependencias residenciales y pecuarias.

Edificio de grandes proporciones y elegante arquitectura de estilo herreriano.

Existió una iglesia primitiva, antcedente de la actual que databa del 1265, levantándose el cuerpo principal en 1325 y en 1575 la capilla mayor. La obra fue reedificada de nuevo, según su aspecto presente, en 1608, concluyéndose con la edificación de la torre en el año 1634.

El interior consta de cabecera y tres naves, la primera con cúpula que se eleva a 33 metros del suelo y bóveda de arista. Las naves laterales son de lunetos de 25 metros de altura sostenidas por ocho soberbias columnas. A los pies se sitúa un coro sostenido por bóvedas de crucería. La torre se compone de tres cuerpos separados por sencillas cornisas y está coronada por una balaustrada y templete con cuatro pilastras y chapitel.

Posee tres hermosas portadas: la Mayor, la de la Epístola o Puerta Chica, y la del Evangelio.

Entre los contenidos muebles llama la atención una soberbia talla de la Virgen de los dolores, debida a Mariano Benlluire y realizada en 1943, la réplica realizada en 1948 por Gabino Amaya del Cristo de la Pobreza.

Una de las obras que se consideró perdidas fue un cuadro del "Divino" Morales que representa a la Virgen con el Niño y San Juan. Tras casi cincuenta años custodiado en el convento de las Concepcionistas, pasó a la parroquia tras la última restauración.

El retablo del altar mayor, de estilo renacentista, construido y donado por D. Antonio Martín Martínez de Zafra, tiene tres cuerpos que descansan sobre un banquillo. En el segundo cuerpo se sitúa una hornacina que acoge una talla de tres metros de altura de la Virgen de la Asunción debida al imaginero sevillano Sebastián Santos. Había servido de modelo para la talla la propia hija del escultor, dándose la circunstancia de que falleció antes de que su padre entregara el encargo.

Las pinturas fueron realizadas por los artistas sevillanos D. Rafael de Blas Rodríguez y su hijo D. Juan Antonio de Blas.

Las verjas y cerrajería artística, lámpara central, púlpitos y tornavoces fueron diseñados, forjados y repujados por las artistas villanovenses D. Alfonso Pineda e hijos. La verja del baptisterio se debe a D. José Roldán, artesano de la localidad.

De muy antiguo llegan referencias de una ermita, hoy desaparecida, y campo denominados de San Bartolomé, atendida por Franciscanos a un par de kilómetros de la localidad en dirección oeste.

La Iglesia perteneciente al desaparecido convento franciscano de San Bartolomé, construido en 1575 tras conseguir del Rey autorización por Real Cédula. Es de una sola nave, con presbiterio, cuerpo general y una capilla de forma octogonal adosada al lado norte. Al exterior, se conserva una cruz de piedra a modo de humilladero, a la que se encomendaban los caminantes en demanda de protección cuando salían del término.

Fue restaurada en 1991 y se dotó con nuevo retablo. Se estudió el reemplazo de las imágenes de los años 0. Muy toscas, por otras de mayor calidad artística. Pesó más su valor emocional, pues estas tallas fueron costeadas moneda a moneda en una época de gran necesidad.

Inicialmente era una iglesia dedicada a San Benito, Patrono de la Orden de Alcántara, conquistadora de territorios. Desapareció en la reedificación del Palacio Prioral en 1788, quedando reducida a la actual capilla. En ella se conservaron diversas imágenes como la de San Benito y San Miguel, procedente de su ermita derruida en 1872, que también había dado nombre al terreno donde estuvo levantada entre el Zújar y el Molar.

Fue construida junto a la Iglesia de San Benito por el Concejo de la Mesta para celebrar sus reuniones y trasladar a ella el Archivo que tenía en Guadalupe, hasta que en 1621 la documentación pasó a la Hermandad de Ganaderos del Reino de Madrid.

El año 1673 Don Luis Velázquez de Zúñiga, Prior de Magacela, fundó en el edificio la Capilla del Santo Sepulcro con imágenes como el Cristo Yacente y la Soledad. Más tarde se daría acogida en la capilla a la imagen de Santa Ana, traída de su primitiva ermita que se situaba a las afueras del casco urbano, en el camino al que dio nombre. Su estado ruinoso obligó a destruirla.

Fue construido y habitado por el último Maestre de la Orden de Alcántara, Don Juan de Zúñiga y Pimentel, en 1494. Fue conocido como Monasterio de los Freyres al instalar su residencia los Priores de la Orden a partir de 1504. En su total fueron 35 los que lo habitaron. En 1627 fue restaurado, siendo titular de la institución Fray Nicolás Barrantes Arias.

Durante el reinado de Carlos III fue reconstruido nuevamente con financiación municipal, tal y como consta en la lápida dispuesta en la portada con letras de bronce.

Tras la batalla de Medellín las tropas francesas incendiaron y saquearon el palacio. Reedificado de nuevo, hoy lo ocupan las religiosas Franciscanas Concepcionistas de clausura.

El edificio es una casona de dos pisos fabricada en mampostería encalada y de aspecto severo. En la fachada luce siete vanos en cada altura, y gran puerta de enmarque granítico con balcón encima.

Fue fundada en 1552 bajo las advocaciones de Santiago, patrón de la ciudad, y de San Ildefonso por el villanovense Don Gonzalo Vázquez de Écija en el mismo sitio donde ha sido edificado el templo actual. Con el transcurso del tiempo sólo se conservó en la ermita la imagen del Apóstol. San Ildefonso pasó a un altar de la Parroquia de la Asunción al lado del altar mayor.

Se trata de una ermita pequeña de nave única, planta rectangular y entrada principal en uno de los laterales. La ermita es fruto de una remodelación total que finalizó en 1980.

Situada en el mismo lugar donde estuvo el anterior cementerio parroquial, ya desaparecido, su fundación data de 1893 y se debe al matrimonio villanovense D. Julián Escribano Sánchez y Dña. Ana Montero González, que la hicieron construir en honor de su hija Isabel, fallecida en plena juventud.

La capilla con amplio vestíbulo, verjas de hierro forjado, frontón triangular rematado en espadaña con campana tuvo en el altar una imagen del crucificado y en la hornacina superior, otra de Santa Isabel. Los fundadores pretendieron que pudiera servir para el culto público dando mayor solemnidad a los oficios de los sepelios, que se desarrollaban en el portal de entrada al cementerio. Actualmente se halla en estado de ruina, pero actualmente se va a intentar restaurarla por parte del gobierno municipal.

Edificio de reducidas dimensiones conectado a una vivienda particular. Su fundación se debe a D. Rodrigo Calderón, Marqués de Siete Iglesias, en el s. XVII. Se trata de una capilla de una sola nave de cuatro tramos. En ella se guarda las imágenes de Ntro. Padre Jesús Nazareno obra de D. Eduardo Pino (1942) y Ntra. Sra. del Calvario de D. Miguel Ángel Valverde (2010), y tiene su sede la Cofradía del mismo nombre, una de las más antiguas de la localidad.

Hasta que se construyera dicha parroquia, la imagen se alojaba en la casa señalada con el número 8 de la calle Arias Montano, cedida por el matrimonio propietario Emilio Manchado y Francisca Lozano, que la devoción popular transformaría en capilla y salas de catequesis y actividades.

La nueva parroquia de nuestra señora del pilar, quedó instituida el 17 de marzo de 1968 en la iglesia de San Francisco y San Bartolomé, a cargo de don Antonio Ferreira Corral. Aquel mismo verano D. Doroteo Fernández y Fernández, obispo de la diócesis, se reunió con los miembros de la primera junta parroquial y requirió de sus componentes el firme compromiso de levantar un templo en el barrio de la Virgen del Pilar para dar acogida a su patrona.

Su configuración, de líneas sencillas, consta de un solo volumen con planta rectangular y cubierta de techos planos. Preside junto al crucifijo, una imagen de la virgen del pilar en trono de cerrajerías artísticas con adornos de metal repujado.

Antes denominada de San Miguel. Las obras de este templo, con 775 m2 de superficie construida, corresponden al proyecto de junio de 1970 de los arquitectos D. Manuel Briñas Coronado y D. Daniel Calero González. Los autores del diseño tuvieron en cuenta las conclusiones de teólogos y técnicos, emanadas del Concilio Vaticano II. Fue inaugurada el 17 de diciembre de 1973.

El edificio consta de unos porches cubiertos, atrio de iglesia, cuatro naves o volúmenes principales para fieles, y tres cuerpos laterales que constituyen la capilla del Sagrario, confesionario y sacristía. Cuatro entradas a las naves agilizan el acceso de asistentes a los actos religiosos.

Santuario inaugurado en 2004 bajo la advocación de Ntra. Sra. de la Aurora, más conocida en Villanueva como “La Carrerita”. Tuvo un coste de unos 204.344,11€ (34 millones de pesetas) y fue realizado en la zona conocida como “Los Baldíos”, por el camino “La Pontezuela”.

El originario retablo, suelo, mesa y atril eran de granito y forja, pasando a ser en el año 2010 un retablo con revestimiento de madera de sapeli en toda la pared y un suelo en tarima de madera. La mesa y el atril también han pasado a ser de madera, puesto que se ha querido dar una imagen uniforme a toda la parte del altar. Además se ha instalado un novedoso sistema de elevación, con el que, a través de una plataforma hidráulica, se sube o se baja la peana donde se sitúa la Virgen. Una plataforma situada detrás del retablo y que permitirá acceder a la imagen con facilidad.

Edificio de gran importancia histórica construido en 1310 en la antigua Judería de la ciudad. En principio fue lugar de domicilio de algunas personalidades de la Orden de Alcántara. De hecho, se instaló en ella la Mesa Maestral. "De Villanueva de la Serena salió la voz que había de contribuir eficazmente a la pacificación de Castilla". El 17 de marzo de 1313 se reunieron los Comendadores y Maestres de las Órdenes de Alcántara, Santiago y Calatrava y acordaron unirse para defender los derechos de Alfonso XI. El nombre de Casa de la Tercia es debido a su función de almacén de granos recaudados de los tributos que abonaban todos los vecinos a la Orden. Durante el siglo XVII la contaduría corrió a cargo de los banqueros Fugger, puesto que se les concedió el asiento del Maestrazgo a cambio de las sumas proporcionadas a las arcas reales.

Desde tiempo inmemorial la Plaza de España fue conocida sencillamente como plaza pública. Adoptó el nombre de La Constitución por la proclamada en 1812, y el 2 de noviembre de 1938 recibió su actual denominación.

Está porticada para dejar paso a los ganados de la todopoderosa Orden de Alcántara. Y es que el pasado de esta ciudad está estrechamente ligado a cruces de cañadas y veredas de la Mesta por donde aún resuenan las voces de los pastores. Saludamos a la estatua de Don Pedro de Valdivia, conquistador de Chile y admiramos la Casa Consistorial y la imponente fachada de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de estilo herreriano.

En 1896 concluía la edificación de portales en el lateral que va desde el ayuntamiento hasta la calle Santa María de Guadalupe.

Edificio construido en el primer tercio del siglo XX por el maestro de obras villanovense Don Juan Santos Sánchez, por iniciativa y siguiendo las directrices de su propietario Don Ricardo Guisado Casillas. Es un edificio de traza singular que debe su nombre a la decoración de bolos de granito que decoran su fachada. Sobre el arco de la puerta principal, las armas de los Fernández de la Vega. Las artísticas rejas de hierro se forjaron en Villanueva y las maderas, antiguas, fueron traídas ex profeso de diversas procedncias.

Conocida popularmente como "La Jabonera", este edificio albergaba una fábrica de jabones propiedad de D. José Gallardo, único exponente en la ciudad de la arquitectura industrial del siglo XIX. Es de estilo ecléctico, conteniendo asimismo claras influencias de la arquitectura del hierro. Está enclavada en una propiedad de dos hectáreas y el edificio se compone de casa de tres plantas, sótano y azotea, y un conjunto de naves industriales. Al exterior, una valla de hierro rodea el perímetro.

La fachada se presenta adintelada y surcada de vanos enmarcados por un friso de motivos vegetales. Las ventanas de la primera planta se protegen por rica rejería forjada. En la segunda destaca un mirador con visera. Para romper la horizontalidad del edificio, la fachada se remata con un gran rectángulo con decoración de angelitos en relieve, flanqueado por dos rectángulos más pequeños a los lados.

Actualmente, depués de su restauración, es palacio institucional, alberga una exposición permanente de trajes de época pretendiéndose fundar allí el museo del traje, y también alberga la Concejalía de Cultura.

También llamado de Castilnovo, nombre que define muy bien su origen. Está enclavado sobre el castillo musulmán de Mojáfar, conquistado por Don Arias Pérez en 1232. Lo más antiguo de la fortaleza que ahora podemos contemplar parece datar del siglo XIV. Está emplazada sobre un cerro aislado al norte del río Guadiana. Consta de un cuerpo principal en cuyo flanco meridional sobresalen dos torres: una prismática y otra cilíndrica, comunicadas entre sí y con los adarves por un sistema de andenes y escaleras que potencian y garantizan su seguridad.

Estatua situada en la Plaza de España, obra de Gabino Amaya, en recuerdo de Don Pedro de Valdivia, conquistador de Chile. Fue inaugurada por Primo de Rivera en septiembre de 1929 y costeada por suscripción popular. Se trata de una realización academiscista en bronce.

Escultura de bronce que se yergue en el Parque de la Constitución, representando el símbolo por excelencia de la ciudad. Es una realización del artista pacense Perfecto Corchado Palacios y data de 1970.

Busto en recuerdo de este escritor, obra del artista local Ricardo García Lozano, situado en la actualidad en una zona ajardinada de la calle comercial.

El día 11 de noviembre de 1923 Villanueva de la Serena fue consagrada al Sagrado Corazón mediante acto público celebrado ante su estatua erigida en el antiguo paseo de San Francisco.

Destruida parcialmente, se recuperó en su actual forma el 18 de enero de 1945, levantándose sobre un pedestal en la plaza que lleva su nombre.

Joaquín García Donaire fue el autor de las tres esculturas simbólicas: navegante, misionero y conquistador, que rodean el monolito levantado en la fuente central de la Plaza de los Conquistadores. Es un homenaje a los numerosos hijos de la localidad que completaron su obra en el Nuevo Mundo.

Estatua instalada en la rotonda del parque de los Conquistadores realizada por Eduardo Acero en bronce en el año 2007, regalo de la empresa local Navisa a la localidad en su 25 aniversario.

Erigida en recuerdo de Jesús García Trujillo, investigador y cronista oficial de Villanueva de la Serena, que falleció en diciembre del 2007. El busto fue instalado en el nuevo parque lineal del ferrocarril de la calle José Gallardo. La estatua en honor a Jesús García, fue realizada en bronce por el escultor local Eduardo Acero.

Glorieta situada en la Ronda de la Hispanidad presidida por una escultura de bronce realizada por el artista local Estanislao García Olivares y que consiste en un desnudo femenino de cuatro metros de altura sostenido en el aire por un pedestal de acero inclinado de 8 metros. Fue inaugurada en 2010.

Con tres figuras, dos representando a labradores y otra a un burro cargado de sandías y melones, ha concebido el artista villanovense Eduardo Acero el conjunto escultórico con el que la empresa municipal Nueva Agricultura Villanovense (Navisa) ha querido homenajear a los agricultores de Villanueva de la Serena.